1.Un dragón real
2.Dragón de Komodo: El mejor comensal de la zona
3.Adaptaciones del dragón de Komodo a la alimentación
Estos grandes lagartos poseen una lengua en forma de tenedor con la cual huelen y degustan los compuestos químicos del aire. De esta manera, pueden saber cuándo hay algún posible manjar cerca. Entonces esperan pacientemente y al llegar sus presas, las atacan con sus poderosas patas, que muestran unas garras descomunales y 60 dientes muy afilados.
4.El veneno de los dragones de Komodo
Si una presa ha escapado de un dragón de Komodo, no irá muy lejos. Dichos reptiles poseen un arma secreta: su saliva. En esta se acumulan sustancias que pasan a la sangre de las víctimas y las matan por envenenamiento. No importa cuántos km recorra el animal, el dragón espera tranquilamente hasta que el veneno hace su efecto y entonces rastrea la presa para alimentarse.
5.Los dragones de Komodo son inmunes al veneno
Una salvedad son los propios individuos de su especie, por alguna rara razón que se desconoce, los dragones de Komodo están protegidos contra el veneno de sus semejantes. Los científicos están estudiando su sangre para ver si hallan alguna sustancia que pueda servir como antídoto ante las mordeduras de este gigantesco lagarto.
6.Cómo regulan su temperatura
A pesar del fuerte sol de estas islas, los dragones de Komodo se mantienen frescos guareciéndose en sus madrigueras, las que cavan en la tierra usando esas grandes zarpas que poseen. Durante la noche, les sirven para conservar el calor corporal.
Es sorprendente que aún queden en nuestro planeta animales que recuerden la era de los dinosaurios, aquel tiempo en que los reptiles gigantes dominaron el mundo. El dragón de Komodo y sus propiedades son apenas un recuerdo de aquellos lejanos tiempos, y esperemos que no terminen por extinguirse como otras especies.
Hasta la próxima P.
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